jueves, 3 de julio de 2008

Vacaciones Solidarias


Apenas superan los 20 años y, a su edad, tienen las mismas ganas de divertirse que cualquier otro joven. Sin embargo, este verano renunciarán a la playa y a bailar el «chiki-chiki» para dedicar sus vacaciones a ayudar a los demás. «No se trata de nada heroico; esto forma parte de un proceso de inquietud personal. Llega un momento en el que el cuerpo te pide bajar al mundo y poner nombres y caras a la realidad que vive el Sur», explica Mario Fanjul. Este joven de 23 años y la también langreana Elena García, de 22, forman parte del grupo de cooperantes de la Asociación Proyde Asturias que viajará a diversas partes del mundo para desarrollar proyectos solidarios vinculados a la educación. En el colectivo también hay dos mierenses que han emprendido viaje a Togo e India.

En el caso de Fanjul, estudiante de Biología, el destino es el Chad. No es la primera vez que este joven viaja a África. Hace dos años, cuando sólo tenía 21, ya participó en un proyecto de cooperación en Burkina Faso. «Lo que más me sorprendió fue la vitalidad y el potencial que tiene África. No son países pobres, sino empobrecidos; tienen unos enormes recursos naturales y humanos, y podrían progresar si el Norte los dejara», indica Fanjul.

El proyecto en el que colaborará este joven está orientado a la elaboración de un estudio nutricional y médico para conocer las necesidades de la población de la zona de Dono-Manga. «No se trata de turismo solidario, sino de proyectos en los que trabajamos todo el año y que concluyen con el viaje de un mes a la zona elegida. Los que hacemos está bien visto por la sociedad, aunque a mucha gente le cuesta entender que dediques tus vacaciones a esto; imagino que lo más lógico es irte diez días a Gandía», bromea Fanjul.

Para Elena García, que dentro de unos días se meterá en un avión rumbo a Nicaragua para participar en un proyecto de formación, es su primer viaje solidario. «Desde pequeña ya tenía inquietud por las cosas que pasaban en el mundo y por intentar cambiarlas; creo que hay que conocer esa realidad de primera mano si después quieres transmitírsela a los demás y estar lo más cerca posible».



Miguel Á. GUTIÉRREZ- La Nueva España