miércoles, 14 de mayo de 2008

Lamentación del sin techo

Perdona, amigo, no quise molestarte
Pero volví de Vietnam
Donde maté a un montón de caballeros vietnamitas
Algunas damas también
Y no pude soportar el dolor
Y de miedo cogí un hábito
Y pasé por la rehaz y estoy limpio
Pero no tengo lugar donde dormir
Y no sé qué hacer
Conmigo ahora mismo

Lo siento, amigo, no quise molestarte
Pero hace frío en la calle
Y mi corazón está enfermo solo
Y estoy limpio, pero mi vida es un desastre
Tercera Avenida
Y calle E. Houston
En el paso peatonal bajo el semáforo en rojo
Limpio tu parabrisas con un trapo sucio


Lamentación del sin techo-Allen Ginsberg

2 comentarios:

habacuc_1988@hotmail.com dijo...

Una realidad que nunca desaparece. Y menos aún en los países de "progreso" tan avanzados como EE.UU. (entre otros tantos países desarrollados).

Lo más crudo es que con frecuencia se nos enfría el corazón, hasta el punto en que nuestros ojos ya se acostumbran a encontrarse por la calle con personas sin techo... y acabamos asociándolos como parte de nuestro mobiliario urbano.
No son personas, son elementos más de nuestro primer mundo, como los contenedores, como los kioskos,...

Deshumanizamos la miseria y resulta que tras la miseria... HAY PERSONAS.


Muy buen texto. Imposible no pararnos a reflexionar.

Un abrazu!

Antonio Rico dijo...

"Perdona, amigo, no quise molestarte", dicen mientras nos abordan para que nos ocupemos de ellos.
Yo quisiera hacerlo, pero es labor de todos. Por eso me gustaría que a todos nos subieran los impuestos para que los gastos sociales nunca sufrieran recortes.

- ¡Subir los impuestos!
- Perdona, amigo, no quise molestarte